Estructuras de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn
Estructuras de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn
Capítulos I, II, III, XI, XII y XIII
Introducción:
Un papel para la historia
La
historia como la ciencia en ocasiones se
ha considerado como un depósito de hechos, y todo este estudio llevado a cabo
por los mismos científicos son plasmados en los libros de texto; pero la
finalidad de esos libros no cumple bien su fin y no del todo pedagógico, el
autor por esta parte menciona que hemos sido mal conducidos, sino que su
finalidad es trazar un bosquejo del concepto absolutamente diferente de la
ciencia que surge de los registros históricos de la actividad de investigación
misma.
Si la
ciencia es la constelación de hechos, teorías y métodos reunidos en los libros
de texto la historia de la ciencia se
convierte en una disciplina que relata y registra esos incrementos sucesivos.
La historia pudiera tener un factor determinante en la manera como vemos o
estudiamos lo que llamamos ciencia. Quizá la ciencia no se desarrolla por medio
de la acumulación de datos, descubrimientos e inventos individuales. Algunos
historiadores de la ciencia han comenzado a plantear nuevos tipos de preguntas
y a trazar líneas diferentes de desarrollo para las ciencias, que
frecuentemente nada tienen de acumulativas. ¿Qué es ciencia y que no lo es? De hecho,
podría considerarse algo difícil poder considerar el desarrollo científico como
un proceso de acumulación. Este
resultado de dificultades es una revolución historiográfica en el estudio de la
ciencia o una revolución en sus primeras etapas.
En
lugar de seguir estudiando las contribuciones de una ciencia más antigua, es
mejor que esa ciencia se desarrolle en la propia época; este estudio surge la
posibilidad de una imagen nueva de la ciencia estableciendo las nuevas
implicaciones historiográficas.
A
partir de una ciencia normal se inician las investigaciones extraordinarias por
fin conducen a la profesión a nuevo conjunto de compromisos para una base nueva
para la práctica de la ciencia. Estas
transformaciones de los paradigmas son las revoluciones científicas. Son los
complementos que rompen la tradición a la que está ligada la actividad de la
ciencia normal. Y la nueva teoría implica un cambio en las reglas que regían la
practica anterior de la ciencia normal, aunque requiere la reconstrucción de
una teorías anterior y la reevaluación de hechos anteriores, es un cambio
revolucionario, pero estas nuevas teorías no tampoco los únicos sucesos científicos
que tienen un efecto revolucionario.
II. El
camino hacia la ciencia normal
La
ciencia normal significa la investigación basada en una o más realizaciones
científicas pasadas, dichas realizaciones son reconocidas por alguna comunidad científica
durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica anterior. En la
actualidad estas realizaciones son relatadas por los libros de texto, pero ya con
una teoría ya aceptada, aunque ya ilustradas y comparadas con otros
experimentos y observaciones. Los paradigmas se relacionan con la ciencia
normal. Y los jóvenes al estudiar tales
paradigmas los introduce a una comunidad científica particular, y en esta
investigación compartida están sujetos a las mismas reglas y normas en la
práctica científica; pareciera que son requisitos previos para la ciencia
normal.
Las
transformaciones de los paradigmas como de la óptica física son revoluciones
científicas y la transición sucesiva de un paradigma a otro por medio de una revolución
es el patrón usual de desarrollo de la ciencia madura. El camino hacia la
ciencia normal es crear un paradigma para ser demostrado y aceptado. Si este
paradigma se transforma se crea una revolución científica, pero si ese
paradigma trasciende repetidas veces a otros paradigmas es cuando da paso a una
ciencia normal o madura.
La
historia de la investigación eléctrica durante el siglo XVIII proporciona un
ejemplo de cómo se desarrolla una ciencia antes de que cuente con su primer
paradigma. Antes de este periodo mencionado había opiniones sobre la
electricidad como experimentos, y todos los conceptos sobre la electricidad
tenían algo en común; determinaron parcialmente las interpretaciones de
problemas adicionales a los que se enfrentaban las investigaciones, tenían un
mero aire en familia. En el tempo hubo muchos electricistas tuvieron un efecto para poder explicar lo que
es realmente la electricidad, ya después con Franklin surgió una teoría que podía
explicar los efectos del fenómeno, y por consiguiente proporcionó una
generación subsiguiente de electricistas, un paradigma común para las
investigaciones.
Pero
un paradigma debe tener ciertas características, pero antes de generar uno es
imposible que los hechos reunidos con tan poca guía de una teoría
preestablecida hablan con suficiente claridad como para permitir el surgimiento
de un primer paradigma. Es necesario que pueda haber alguna interpretación de
creencias metodológicas y teóricas que permite la selección, la evaluación y la
crítica, pero es que quizá que en este grado en los campos que llamamos
ciencia, es que en esas divergencias iniciales puedan desaparecer, esta es
causada por el triunfo de una de las escuelas anteriores al paradigma.
El éxito que tuvo Franklin proporcionó el más
efectivo de los argumentos para convertir su teoría en un paradigma y para
poder ser aceptada como paradigma, una teoría debe parecer mejor que las otras
y a la vez que se puedan confrontar con las otras y su resultado es realizar
trabajos más precisos. Antes debemos
hacer notar brevemente cómo el surgimiento de un paradigma afecta a la
estructura del grupo de practica en ese campo. Aquí es cuando el desarrollo de
una ciencia el individuo o el grupo produce por primera vez una buena síntesis
capaz de atraer a la mayoría, en este caso a los científicos de la generación
siguiente, las escuelas
más
antiguas desaparecen gradualmente. Por el motivo de la desaparición se debe por
la conversión de los miembros al nuevo paradigma, aunque hay algunos que
prevalecen en las viejas opiniones; el nuevo paradigma implica una definición
nueva y más rígida del campo. Todo este cambio transformador se debe al
paradigma nuevo que cambia las mentes de un grupo interesado previamente al
estudio de la naturaleza o en una disciplina, la historia de la electricidad
proporciona un ejemplo excelente sobre este tema de los paradigmas y la
revolución científica.
Para
que un científico pueda exponer un paradigma y darlo por sentado no necesita
reconstruir completamente su campo, esto puede quedar a cargo del escritor de
libros de texto, así el investigador puede iniciar su investigación puede
concentrarse exclusivamente en los aspectos más importantes. Por otro lado,
cuyos productos finales son evidentes para todos y abrumadores para muchos, se
presentarán normalmente como artículos breves para aquellos profesionales cuyo
conocimiento del paradigma son los únicos capaces de leer los escritos.
A
partir de esta estructura continuaron con problemas más concretos y recónditos
e informaron cada vez más de los resultados obtenidos en sus investigaciones a
otros científicos, más que en libros dirigidos al mundo instruido en general.
III.
Naturaleza de la ciencia normal
Un
paradigma es un modelo o patrón aceptado, en una ciencia, un paradigma es
raramente un objeto de renovación. El éxito de un paradigma como por ejemplo el
análisis del movimiento de Aristoteles o la aplicación hecha por Lavoisier de
la balanza o la matematización del campo electromagnético, en gran parte, una
promesa de éxito discernible. La ciencia normal consiste en la realización
lograda mediante la ampliación del conocimiento de aquellos hechos que el paradigma
muestra como particularmente reveladores, aumentando la extensión del
acoplamiento entre esos hechos y las predicciones del paradigma y por medio de
la articulación ulterior del paradigma mismo.
Otro
concepto es la ciencia normal, que son las operaciones de limpieza de una
ciencia madura, son las que ocupan a la mayoría de los científicos durante toda
su carrera. Las zonas investigadas por
la ciencia normal son minúsculas; la empresa que está siendo discutida ha
restringido la visión, pero las restricciones nacidas de la confianza en un
paradigma resultan muy esenciales para el desarrollo de una ciencia. Obligando
a los científicos a investigar alguna parte de la naturaleza.
Y la
ciencia normal posee un mecanismo interno que siempre que el paradigma del que
proceden deja de funcionar de manera efectiva, asegura el relajamiento de las
restricciones que atan a la investigación, pero cambiando el comportamiento de
los científicos, al mismo tiempo que cambia la naturaleza de su problemas de
investigación. Sin embargo, durante el periodo en que el paradigma se aplica
con éxito, la profesión resolverá problemas, pero a los miembros le es raro que
hubiera podido imaginarse que nunca hubieran emprendido sin él. En
lugar de ello, la investigación científica normal va dirigida a la articulación
de aquellos fenómenos y teorías que ya proporciona el paradigma.
Por
otro lado, solo hay tres focos normales para la investigación fáctica. Primero
encontramos la clase de hechos que el paradigma ha mostrado que son en particular
reveladores de la naturaleza de las cosas. Si los empleamos para poder resolver
problemas, el paradigma va a determinar con mayor precisión en una variedad de
situaciones y las determinaciones fácticas han incluido como en Astronomía y la
posición y magnitud de las estrellas. Algunos científicos han adquirido grandes
reputaciones por la precisión, la seguridad y el alcance de los métodos.
Una
segunda clase se dirige hacia los hechos, estos pueden compararse directamente
con predicciones de la teoría del paradigma. El intento de demostrar el acuerdo
por medio de aparatos especiales es un segundo tipo de trabajo, representan un desafío
constante para la habilidad y la imaginación de los experimentadores y los
observadores. El paradigma establece en esta clase el problema que debe de resolverse
implicada directamente en el diseño del aparato capaz de resolver el problema.
Una
clase de experimentos y observaciones agota las tareas de reunión de hechos de
la ciencia normal, que consiste en el trabajo empírico emprendido para
articular la teoría del paradigma. En las ciencias de carácter más matemático,
algunos de los experimentos cuya finalidad es la articulación, van encaminados
hacia la determinación de constantes físicas. Esta clase resulta la más
importante de todas y su descripción exige una subdivisión
Los
esfuerzos para articular un paradigma, sin embargo, no se limitan a la
determinación de constantes universales. Finalmente, existe un tercer tipo de
experimento encaminado hacia la articulación de un paradigma. Estos pueden
asemejarse a la exploración prevaleciendo en los periodos y en las ciencias que
se ocupan más de los aspectos cualitativos que de cuantitativos. Entonces son necesarios experimentos para
escoger entre los métodos alternativos, a efecto de aplicar el paradigma al
nuevo campo de interés.
Por
último, los cambios que tienen lugar en la ciencia han producido un cambio más
substancial del paradigma que las reformulaciones de los Principia, tales
cambios son el resultado empírico previamente descrito como encaminado a la
articulación de un paradigma.
XI. La
invisibilidad de las revoluciones científicas
Antes
de terminar con el propósito, Kuhn no se va sin antes de explicar sobre el
objetivo de las revoluciones científicas, parece indicado un último intento
para reforzar la convicción sobre su existencia y su naturaleza; Kuhn menciona
que las que pudiera considerarse como revoluciones no lo son, sino son como
adiciones al conocimiento científico, siendo así, las revoluciones han
resultado casi invisibles.
En
este capitulo plantea como la ciencia se esfuerza por mostrarse siempre como
acumulativa, disimulando el papel que juegan las revoluciones científicas. Hay
tres categorías que registran los resultados estables de revoluciones pasadas y
en esa forma muestran las bases de la tradición corriente de la ciencia normal.
Estas se dirigen a un cuerpo ya articulado de problemas, datos y teorías.
Presentan algo en común situado con los libros de texto.
Los
libros de texto mismos que tienen como meta el comunicar el vocabulario y la
sintaxis de un lenguaje científico contemporáneo. Sin embargo, los libros de
texto son vehículos pedagógicos para la perpetuación de la ciencia normal,
siempre que cambie el lenguaje, la estructura de problemas o las normas de la
ciencia normal tienen que volverse a escribir en cada revolución científica. Es
característico que los libros de texto de ciencia tengan un poco de historia,
por lo mínimo un capítulo de introducción.
La tentación
de escribir la historia hacia atrás es omnipresente y perenne, y no es extraño que,
al volverse a escribirse, la ciencia aparece, una vez más, en gran parte como
acumulativa. La depreciación de los hechos históricos se encuentra incluida,
profunda y es probable que también funcionalmente en la ideología de la profesión
científica; afortunadamente, en lugar de olvidar a esos héroes, los científicos
han estado en condiciones de olvidar o revisar sus trabajos. El resultado es
hacer que la historia de la ciencia aparece como lineal o acumulativa.
La
tendencia que tienen los libros de texto a hacer lineal el desarrollo de la ciencia
oculta un proceso que se encuentra en la base de los episodios más importantes
del desarrollo científico, esos datos engañadores hacen que las revoluciones
resulten invisibles.
XII.
La resolución de las revoluciones
Los
libros de texto antes mencionados solo se producen inmediatamente después de
una revolución científica. Son las bases para una nueva tradición científica.
¿cuál es el proceso mediante el que un candidato a paradigma reemplaza a su
predecesor? Surge inicialmente en la mente de uno o varios individuos. Son los
que aprenden a ver a la ciencia y al mundo de una manera diferente, su atención
se ha concentrado intensamente en los problemas provocadores de crisis; el
investigador es un solucionador de enigmas, aunque a veces pasa que, durante la
búsqueda de la solución de un enigma particular, el científico será como el
jugador de ajedrez ensaya varios movimientos alternativos para buscar una
solución, estos intentos de prueba sólo son pruebas para ellos mismos y no para
las reglas del juego. La prueba de un paradigma solo tiene lugar cuando el
fracaso se obtiene mediante la solución de un problema y que haya producido una
crisis. Pocos filósofos de la ciencia buscan todavía criterios absolutos para
la verificación de las teoría científicas.
Cuando
una teoría no se puede exponer en las pruebas posibles no se pregunta si una teoría
ha sido verificada sino más bien por sus posibilidades, en este tema entra una
escuela importante capacitada para explicar las pruebas que se encuentran en la
mano y compararlas; esto es, una de las características de la situación
historia en la que se acepta una teoría. Una teoría de probabilidades exige que
comparemos la teoría científica con las que sean posibles. Las teorías
probabilistas disimulan la situación de verificación; ya nos había explicado
Karl Popper, quien niega la existencia del procedimiento de verificación y en
su lugar propone la falsabilidad. La experiencia de Popper es muy importante
para la ciencia, en la que produce competidores para un paradigma. La
demostración de falsación es un proceso subsiguiente y separado que igualmente
bien podría llamarse verificación consistiendo en el triunfo de un nuevo
paradigma sobre el anterior; aquí es donde desempeña un papel crucial la
comparación probabilista de teorías.
Los
experimentos cruciales resuelven en un marco teórico nuevo experimentos que no
podían haber sido resueltos usando el antiguo paradigma. Es justamente lo
incompleto y lo imperfecto del ajuste entre la teoría y los datos existentes,
lo que, en cualquier momento, define muchos de los enigmas que caracterizan a
la ciencia normal.
XIII.
Progreso a través de las revoluciones
¿Por
qué debe progresar continuamente la empresa bosquejada antes, cuando, por
ejemplo, el arte, la teoría política y la filosofía no lo hagan? ¿Por qué es el
progreso una condición reservada casi exclusivamente a las actividades que
llamamos ciencia? El termino ciencia está reservado a campos que progresan de
manera evidente. Hay algunos debates que ciertas materias son ciencia como la
psicología o puede ser significativo que los economistas arguyan menos sobre si
su cambo es o no una ciencia que el que lo hagan los profesionales de otras
ciencias sociales.
En el
renacimiento no se consideraba muy bien la separación entre las ciencias y las
artes, muchos hombres pasaban libremente de uno a otro campo, más tarde surgió
su separación; cambiando de campos puede resultar difícil para ver las
diferencias profundas entre la ciencia y la tecnología, debe relacionarse con
el hecho de el progreso es un atributo evidente de ambos campos. O puede ser
que todo es ciencia a cualquier campo en donde el progreso sea notable, el
problema de comprender porqué el progreso debe ser una característica tan
valiosa de una actividad. Ahora porqué debe progresar una empresa como la
ciencia normal, aquí una comunidad científica madura trabaja a partir de un paradigma
simple o de un conjunto de paradigmas relacionados. Sin embargo, viéndolo desde
el punto de vista de cualquier comunidad simple, sea o no de científicos, el
resultado del trabajo creador exitoso es el progreso.
Este
cuestionamiento sobre las dudas del progreso también se presenta en las
ciencias. Los principios progresivos sólo se encuentran durante los periodos de
ciencia normal, el progreso parece ser evidente y estar asegurado. La ciencia
normal parte de la respuesta al problema del progreso que se encuentra en vista
del espectador. Cuando, rara vez, comunidades distintas investigan un mismo
problema, comparten varios de los principales paradigmas. El resultado del
trabajo creador exitoso es progreso. Antes del paradigma las pruebas de
progreso son muy difíciles de encontrar, al igual que en los periodos
revolucionarios. El progreso científico en periodos de ciencia normal es más
fácil de percibir, en ausencia de escuelas competidoras.
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