El utilitarismo y el contractualismo en la legitimidad del poder y el rechazo de Hanna Arendt.
Introducción.
Este
ensayo abarca las diferentes teorías de los tres más importantes pensadores del
contractualismo, siendo éste un pensamiento de la filosofía política que trata
sobre los inicios de la sociedad y del estado, originados a través de un
contrato entre humanos, mediante, el cual, emana de los derechos naturales que
estos poseen en una condición vista desde diferentes perspectivas, pero todos
lo dominan como “estado de naturaleza”, donde el hombre vivirá en discordia o
en paz según los diferentes puntos de vida según los contractualistas; Hobbes,
Locke y Rousseau. A grandes rasgos, el contractualismo es una doctrina
filosófica con la cual se explica el origen del Estado y del poder público como
resultado de un contrato social de los ciudadanos entre el soberano.
Siguiendo
estos criterios es David Hume quien va a criticar al contractualismo, el
pertenece a la corriente filosófica consecuencialista en la que se inscribe el
utilitarismo. El hace una critica desde la óptica utilitarista, Hume realizó
tres tipos de argumentos contra ellos: hay uno histórico: el contrato social no
tiene ninguna prueba histórica de haber existido, en consecuencia, no puede ser
presentado como sustento del Estado, otro es el filosófico: no es el deber sino
el interés lo que mueve a los hombre para formar la autoridad política y, por
último, está el argumento social: en la conciencia del pueblo no hay traza
alguna del contrato social. Los principales exponentes del utilitarismo son
Jeremy Bentham, John Stuart Mill y Godwin.
Ahora
bien, la cuestión de nuestro trabajo de investigación se basará en la postura
del contractualismo y del utilitarismo, nuestra pregunta o reflexión va relacionada
con la legitimidad del poder que se ha establecido según cada postura de cada
pensador, pues tenían una visión diferente, ¿a quién le debemos obediencia? ¿Y
quién es nuestro soberano? entender esta legitimidad, es conocer primero la
ontología o comienzo de las primeras cuestiones en base a este origen sobre el
poder de la política.
El poder político sólo puede ser realmente efectivo si incluye el consentimiento de los gobernados, es lo que nos referiremos más adelante. Para la filosofía de Hanna Arendt, el poder está estrechamente ligado al grado de adhesión que logre suscitar y mantener a la ciudadanía. El poder para ella no es nunca una propiedad de individualismo, sino que el poder pertenece al grupo, que se haga vivir en la práctica. En el pensamiento actual, la política solo se ha reducido al solo poder, y no cuestiones más practicas de lo que realmente debería de ser la política.
Principales
ideas y representantes del contractualismo con relación a la legitimidad del
poder.
Para
Hobbes el estado de naturaleza es un estado de guerra, pues se genera entonces
una lucha por el poder, teniendo en cuenta que el poder es la herramienta necesaria
para obtener todas las cosas que cada individuo desea. Si dos hombres desean la
misma cosa, y en modo que, si los dos pueden disfrutarlos, se vuelven enemigos
y a veces tratan de aniquilarse o sojuzgarse uno a otro. Entonces en el estado
de naturaleza los hombres pelean para su beneficio y para garantizar su
seguridad. Pero Hobbes parte de este estado de guerra para considerar que el
propósito último del contrato social es para salir de este estado, es entonces
permitirle al hombre preservar lo más valioso que tiene.
La
utilidad de formar un Estado radica en que podrían dejar de vivir en el estado
de guerra permanente entre todos, Siendo los seres humanos inteligentes, además
de malvados, en un determinado momento deciden acogerse a un pacto entre ellos,
esta ley, es particularmente importante para su argumento posterior del
contrato social que da lugar al Estado, el cumplimiento de estos convenios
suscritos. La salida de este problema consiste, como ya se había comentado
anteriormente, es según Hobbes, en crear un soberano que castigue a todos
aquellos que desobedezcan las leyes.
El
momento determinante ante la formación del pacto es aquel en donde se pasa de
las voluntades múltiples de los diferentes individuos a una única voluntad que
se transfiere al soberano, dejando la protección de sí mismos en manos del
Estado.
Al
igual que Hobbes, Locke marca un estado de naturaleza en donde los hombre se
encuentran en libertad e igualdad. En contraste a Hobbes, dicha libertad e
igualdad no derivan en una guerra permanente entre individuos, sino que los
hombres deben de amarse los unos a los otros. De allí se sigue Locke en la ley
de la naturaleza que ninguno puede dañar a otro en lo que atañe a su vida,
salud, libertad o posesiones, dado que todos somos iguales, no podemos destruir
a nuestro prójimo.
Para
garantizar la ley de la naturaleza es necesario que los hombres tienen el
derecho para castigar a quien incumpla con dicha ley establecido desde el
Estado: poner a un juez con autoridad para castigar a todos los que puedan
dañar a cualquier miembro del Estado. Locke
critica el pensamiento de Hobbes, en cuanto que él identifica el estado de
naturaleza con un estado de guerra, siendo para Locke un error.
Entonces,
para Hobbes el estado de naturaleza es que casa humano busca su propio interés,
vivir una guerra de todos contra todos, en el Contrato marca un pacto entre
individuos que renuncian a la violencia a favor de la paz y seguridad y en el
Estado es un Estado con poder absoluto. En Locke el estado de derecho es la conservación
de la vida y su defensa, el hombre es libre. En el contrato marca un pacto
entre los individuos y el estado y en el Estado, su poder deriva del pueblo
para asegurar la paz y seguridad.
En
Rousseau se habla de una igualdad y libertad de todos los ciudadanos dentro de
un Estado formado por un contrato social, concebía la democracia como un
gobierno directo del pueblo. Este sistema se manifestaba por voluntad para
poder llegar a un acuerdo común.
Al
igual que Hobbes y Locke, Rousseau da por sentado que los seres humanos se
mueven primariamente por el deseo de autoconservación, cree que el hombre
siente una repugnancia al ver sufrir a un semejante, añade que es tan natural
que las bestias mismas pueden dar signos sensibles de ella. La compasión, según
Rousseau, actúa como un poderosos freno de impulso que podría llevar a la
guerra y al ataque. El salvaje según él es un ser solitario que raras veces
entra en contacto con otros.
El
contrato social de Rousseau trata sobre la libertad e igualdad de los hombres
bajo un Estado instituido por medio de un contrato social. Parte que todos los
hombres nacen libres e iguales por naturaleza y sin embargo se encuentra
encadenado.
Por lo
tanto, las teorías contractualistas sostienen en general, que la formación del
Estado tiene origen en un contrato, convenio o pacto social y que es este el
que da fundamento a una autoridad legítima. Este contrato surge por la decisión
voluntaria de todos los contratantes de renunciar a su estado de naturaleza
para dar así origen al Estado.
Principales
ideas y representantes del utilitarismo con relación a la legitimidad del poder.
El
utilitarismo es la filosofía que se considera que bueno es aquello que es útil
para un mayor número de personas.
La
obra principal de Jeremy Bentham es: Introducción a los principios de moral
y legislación, en ella mencionaba que todo acto humano debe de ser juzgado
según la utilidad que tienen, según el placer o los sufrimientos que se
producen en las personas, esto hizo que después se fundamentara una nueva
ética, basada en el goce de la vida y no en el sacrificio ni el sufrimiento.
Stuart Mill es seguidor de Bentham y en 1861, él publicó Utilitarismo,
tema que se estudia por igual la felicidad.
La
ética utilitarista se demuestra, así como válida para los Estados, según
Bentham: La naturaleza ha puesto al género humano bajo el dominio de dos
dueños soberanos: el placer y el dolor. Solo ellos corresponden indicarnos lo
que debemos o no debemos de hacer, Introducción a los principios de la moral y
la legislación.
La
diferencia que podemos denotar del utilitarismo en Bentham y Mill son
distintas, para Bentham su utilitarismo es individualista, defendía que la
felicidad de la persona de identifica con los interés de la humanidad: e ir en
contra de la satisfacción individual, pues es ir en contra de la humanidad, en
Mill, es un utilitarismo altruista, en el que se debe distinguirse entre la
satisfacción puramente privada y el bien público, y reducir la diferencia entre
ambos.
Frecuentemente
se ha relacionado el pensamiento de Godwin al de Jeremy Bentham, ambos ingleses
han sido señalados como padres teóricos del utilitarismo. Ciertamente, su
calidad de utilitarista varia acerca de la tradición hedonista que viene desde Bentham,
considerándola como utilitarismo clásico. Particularmente este utilitarismo,
especialmente en la versión de Bentham se preocupa antes que, del fundamento de
la obediencia de las cuestiones de la naturaleza y los requisitos del buen
gobierno, dando por sentada la posibilidad de que haya un buen gobierno.
Godwin,
por su parte, se mete de lleno en la cuestión de la constitución política de la
sociedad, sus bases, su fundamento y su naturaleza, y arremete contra el
principio de autoridad.
Para
un utilitarista clásico, el utilitarismo es una corriente ética y política que
adopta por fundamento el principio de la mayor felicidad del mayor número,
simplemente se deduce del principio de utilidad. Para un utilitarista típico,
no solamente es posible, sino orientar las acciones de todos los hombres con
arreglo al principio de utilidad. La base de este principio de utilidad no hará
otra cosa que garantizar la reducción de las conductas que se consideren
contrarias a él, a partir del castigo.
Entonces el principio de utilidad está enteramente imbricado con el principio de autoridad, la cual es aquí entendida como desplazamiento de la autonomía individual a favor de la potestad de un individuo o conjunto de individuos de decidir por el otro, en nombre del otro, en lugar del otro. La tarea del gobierno es promover la felicidad social, por medio de castigos y recompensas.
¿Cómo
estas posturas se sitúan frente al origen de la política que proponía Hanna
Arendt?
El contractualismo
y utilitarismo son dos corrientes que van relacionadas con la legitimidad del
poder, cada una de ellas proporciona su adecuación a esta parte de la
legitimidad.
Hannah
Arendt tiene una visión más reciente, su postura crítica al concepto de poder,
que va aunado a la legitimidad en estas dos corrientes. El contractualismo y el
utilitarismo, por decirlo así, es una forma de poder tradicional y de esta
manera Arendt hará una crítica al poder tradicional, que lo identifica con una
relación de mando y obediencia que la que un actor impone su voluntad sobre
otro. El concepto de poder que Arendt propone tiene limitaciones superiores a
las que presenta el concepto tradicional, por su rechazo absoluto a la violencia
no logra apreciar las potencialidades analíticas del concepto de violencia
legitima, vinculado al concepto de autoridad.
Tradicionalmente
se utilizó la legitimad del poder como un poder absoluto, es decir, un forma de gobierno totalitario, y la característica
esencial es el poder, utilizarlo para bien o para mal, como tengo poder, puedo
ir a dominar a otros pueblos, o bien, los pueblos estaban cansados del reinado
de maldad por parte de algunos reyes, no se veía algún avance favorables para
el pueblo, solo había prioridades para los acomodados o la familia real, según
por mandato divino, solo se justificaban por realizar todo este tipo de poder,
pero el pueblo solo obedecía, se encontraba sumiso, sino fue, por las mentes ilustradas,
el abrir el corazón liberador de las personas, poco a poco el absolutismo fue
perdiendo valor.
Por el
contrario, para Hannah Arendt, la violencia no se identifica con el poder, ni
tampoco es capaz de producirlo, más bien, serían fenómenos contrarios:
“El
poder y la violencia se oponen el uno a la otra; allá donde uno domina, la otra
está ausente. La violencia aparece cuando el poder peligra, pero si se permite
que siga su curso, lleva a la desaparición del poder. Lo cual implica que es un
error pensar que lo opuesto de la violencia es la no violencia; hablar del
poder no violento es una redundancia.” Hannah Arendt.
Para
Arendt, en efecto, el poder concierne al número de individuos capaces de
organizarse y actuar en común de acuerdo para llevar acciones y proyectos que
den origen a algo nuevo en el mundo. De este modo, el verdadero poder político
no estará en manos de un individuo o grupo que actúa el poder violentamente,
como si de una cosa se tratara. El poder, por esta razón, exige poseer
legitimidad, ¿acaso los reyes europeos fueron escogidos legítimamente? ¿el
pueblo no fue sometido a esta autoridad de poder?
El
poder político, entonces, hace posible la gobernabilidad gracias al acuerdo
entre la acción y el discurso de los ciudadanos, volviendo al caso al gobierno
absoluto europeo, o bien, si encontramos un poderío igual a este, denotamos una
característica, usar su legitimidad usando la violencia, justamente no por
poseer el apoyo y la legitimidad de los demás, se acude a la violencia para
destruir un poder existente.
Arendt,
no está de acuerdo con las posiciones que glorifican la violencia para la
transformación política. Considera que de ahí no se originará ningún poder
real, que exige y requiere concierto amplio y no nuevas imposiciones.
Para comprenderlo
de esta manera, Arendt presenta la forma correcta y pura de una política en
cuanto al uso del poder, donde el poder no es mero mandato y obediencia, sino
cooperación, acuerdo y coordinación entre iguales. El poder político se hace
posible en la gobernabilidad gracias al acuerdo entre la acción y el discurso
entre los ciudadanos. Si se pierde este compromiso es posible que emerja la
violencia.
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