Reflexión de una filosofía política. "La voz de los sin voz".
La política actual considero que se encuentra enferma y a su vez se está degradando demasiado entre nosotros, ¿te preguntarás en dónde está sucediendo esto? Nos hemos dado cuenta de todo lo que está sucediendo en todo el mundo, teniendo una visión universal, la política sigue encerrada en sí, no la conocemos, o bien, las personas capaces de manejar política la han encasillado, porque casi todos los políticos están concentrados tan solo en la conquista o el mantenimiento del poder. Es difícil creer cuando un político según dice que acabará con la pobreza, pero aquellas personas que están muy necesitadas tienen alguna esperanza, pero cuando lo menos lo esperemos, no llega a suceder, solo fue un sueño que jamás se llegó a cumplir.
¿La política es corrupta? O, mejor dicho,
¿los representantes son los corruptos? ¿Qué ha pasado con la política que los
antiguos clásicos habían constituido? Nuestra polis va mal en peor. Es por
ello, que es necesario realizar una reflexión que nos ayude a volver a entender
la realidad política, que no solo es un elemento más de la estructura, sino que
es la misma realidad de la polis (Santiago Arguello, 2009: 114). Considero que
la política de hoy debe dejarse ayudar por la filosofía, siendo dos ramas
separadas, podemos relacionarlas, porque así podemos advertir a la política el
uso correcto de su poder, porque la política moderna se ve en gran medida
arrinconada a la mera cuestión del poder, y si no respetamos la esencia
política, esta se vuelve vacía.
Siguiendo las líneas de la filosofía
política de Alfredo Cruz, necesitamos recuperar la conciencia del valor de lo
político y de la posible trascendencia de su conocimiento racional, pues ha
llevado un descuido de toda la política junto con su conjunto de piezas, por
ejemplo: ese conjunto de piezas son el derecho, la ética, la moral, la
economía, etc. La política es como un engrane central que mueve los demás
engranes pequeños que acabamos de mencionar, pero a su vez esos engranes
pequeños llegan a mover el engrane central. Y esto solo de se desarrolla en la praxis
social, lo cual conlleva que cuanto
mejor es una sociedad, más política se
hace.
Necesitamos vivir humanamente en un
espacio colectivo, pues por nuestra naturaleza indica que somos seres sociales,
Aristóteles (384-322, a. de C.) y solo el ser humano puede ser lo que es
humano si se vive en sociedad. Y la vida política se convierte cuando los
hombres comienzan una vida colectiva. Para poder entender la esencialidad de la
política, a mí me ha ayudado mucho el libro Filosofía Política de
Alfredo Cruz, porque nos damos cuenta de lo que realmente debe ser ¿Cuál es el
deber ser de la política? Todo queda limitado en una utopía, en un sueño lejano
imposible de cumplirse. El bien común que nos presenta Alfredo Cruz es esa perfección
de la polis o bondad o calidad de la vida común dentro de polis y que
caracteriza como una vida política, el bien común político, es la misma calidad
de la vida política (Alfredo Cruz, 2009: 40)
Si comparamos este bien común que nos
presenta Alfredo Cruz con la realidad,
nos podemos cuestionar la siguiente pregunta ¿realmente vivimos una calidad de
vida política? La polis se hace imperfecta porque lo que le hace perfecta es
ese bien común político, pues los mejores y más propios bienes del hombre son
los bienes comunes. En la práctica no suele suceder así, todo esto se traduce
en un poder político, en que, si tú quieres que yo te apoye, tu deberías votar
por mí, e incluso llega a suceder, pero el problema no es resuelto. ¿Cuántas veces sucede así? México sería otro país, si realmente los representantes se
preocuparan por nuestros pueblos, y que cada líder estatal o municipal esté al
pendiente de las necesidades de su gente.
Necesitamos de un líder que salga de
la prole, pues este se encuentra sumergido en los diferentes contextos de la
zona, conoce que hace falta, sabe cómo puede mejorar su hogar, vive la realidad
de su colonia, ¿Por qué votamos por presidentes que ni si quiera son del lugar
correspondiente o ni sabemos nada de ellos? Esos líderes no viven al día, esos líderes
no se encuentran en los espacios donde habita la gente, necesitamos un líder
que sepa como subirse a un camión público, que sepa caminar entre el pueblo y
seguir a la gente de su barrio, que el bien común sea realmente igualitario
para todos. Hay colonias en Tampico dónde se arreglan más rápido los espacios
públicos, pues estos son de buena economía. A diferencia de las otras colonias,
el proceso de los servicios públicos son de una manera más tardada y
deficiente.
Considero que el humanismo político
es la fuerza para combatir con la corrupción que se maneja dentro de los
estándares políticos, pues los representantes manejan dos caras, una para la
audiencia y otra es su manera de trabajar corruptiblemente los asuntos
políticos, reducidos a realización más propia, solo para enriquecerse para sí
mismo. La perfecta expresión de la política es su realización por la plenitud
del ser humano, es por eso por lo que la política necesita de unos engranes que
hace posible una política perfecta; una polis más humana, más perfecta.
Para poder realizar una verdadera
praxis política, primero es humanizarla, antes de llevarla a la práctica,
porque nos ayudarían a tener un respeto por las otras personas, ¿Cuál es el fin
de la política? podríamos usar el poder político para desterrar todos los ancianos
de un territorio o que todos en el congreso voten por el aborto o la eutanasia.
Necesitamos humanizar el sentido político, pues si no se llegara hacer ¿Qué sentido tendría?
La
vida política es la forma más acabada en la que la naturaleza humana es llevada
a la práctica, es convertida efectivamente en un modo de vivir. En la medida en
que es más plenamente política, la vida del hombre es más plenamente humana.
(Alfredo Cruz, 2009: 87)
El humanismo Político de Efraín
González Luna está influenciado por el personalismo de Jacques Maritain sobre
los términos de persona, y que este es un ser social y comunitario por
naturaleza. La persona no solo es un individuo ni objeto, ni mucho menos un
concepto vacío, sino que es un ser humano. Los políticos sumamente adinerados
les dan igual si hay gente en las calles, les da igual si utilizan a las
personas para que trabajen al triple y que solo ganen poco, o que en los
hospitales públicos no se inviertan en las instalaciones, y que no exista un
cuidado salubre, pues sabemos que se viven las negligencias al día.
Hemos visto en las noticias de tantas
negligencias que han sucedido en el Seguro Social, o por ejemplo lo que sucedió
en el 2017 en Veracruz, en ese tiempo el exgobernador Duarte es acusado por la
administración de medicamentos que era agua destilada a niños con cáncer, en la
cual, fallecieron 32 menores[1].
Aquí vemos la importancia de la humanización en la política. “murieron niños”
¡que desgraciados! Y si nos vamos al otro lado del mundo, en África, los
continuos disturbios en Somalia, Sudán del Sur, República Democrática del
Congo, República Centroafricana y otros países hacen que los niños estén cada
vez más expuestos al reclutamiento para el combate[2].
La política tiene que tener el
carácter moral para que pueda dar forma al vivir común, que es la acción
política, esto identifica como propuesta para una mayor plenitud humana. La
perfección moral constituirá una participación más plena en la forma de vida
más propia y más humana, esto se debería de proyectar en la vida política. Los
derechos del hombre, su fin no es que solo estén escritos en libros, sino que
se lleven en la praxis. Porque el bien del hombre es el fin de la política y la
ética de debe de desarrollar adecuadamente en el contexto de la política,
necesitamos proyectar verdaderamente la plenitud de la dignidad humana, para
después vivir la vida política. Los representantes políticos deberían de renunciar
a todo aquello que no cultive lo verdaderamente humano, si se vive una praxis
política axiológica podemos vivir conforme con lo que nos hace auténticamente
humanos. Por ende, la filosofía política posee un arista moral que la ciencia
política no tiene.
“De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí
mismo" (Mateo
16, 26)
¿Es necesaria de la filosofía en la
política en la actualidad? La respuesta es sí, pues es vital para entender la
actualidad política y sobre todo pensar en un futuro mejor, ampliar la
democracia, la administración de la riqueza, el entorno natural y la cultura,
estudiar las ideologías sociales, sentimientos morales que mantienen o alteran
un orden político y sobre los distintos sistemas políticos. El fin de la
filosofía política no se limita a la lucha por el poder, sino que incluye una
buena manera de gobernar y los problemas técnicos y políticos que ésta plantea
(Mario Bunge, 2009: 12). ¿Buena manera de gobernar? ¿Qué está sucediendo con
los presidentes? ¿Por qué gobiernan de una manera incrédula? Debemos de seguir con lo que nos sugiere
Platón, que el filósofo es la persona correcta para gobernar, para maniobrar la
nave del Estado, porque el filósofo es quien ama la verdad y solo él es
políticamente apto. Con esta sugerencia de Platón afirmamos la aptitud
intelectual del filósofo dentro de la política.
El poder dentro de la política es
peligroso, solo nos favorece el poseer riquezas y tener gente al mando, y
podría llevarnos a un Estado de guerra, todos los días vivimos una competición,
porque cada político quiere ser el número uno, ser el que tiene más fuerza,
invencible, un lucha contra todos; hoy en día se vive un estado de guerra. Los países
más ricos, los del primer mundo luchar por ser los del primer mundo en
cuestione de económica, china llegó a cumplir su sueño, abarcar casi todo el
mercado. De esta guerra de cada hombre contra cada hombre se llega a deducir
que nada puede ser injusto y las nociones de lo moral no tiene entrada, pues
cada hombre tiene toda la libertad de usar su propio poder para hacer lo que
sea, incluso asesinar a las personas, el nazismo lo realizó, mató injustamente
a muchos judíos, y esto solo era posible para alcanzar su fin (Jonathan Wolf,
2001: 25)
Para los alemanes fue necesario hacer
este exterminio, pues según su estado de naturaleza fue conveniente hacerlo,
uno puede hacer cualquier cosa, incluso arrebatar la vida a otro, si cree que
ello le ayudará a sobrevivir. Este punto de partida excluye todo principio
moral, ya lo que nos estaba proponiendo Alfredo Cruz lo podemos tirar a la
basura. Ya Hobbes concluirá después en su estado natural de guerra, que se debe
de crear un soberano para que castigue severamente a aquellos que hagan omiso a
las leyes. Locke en un sentido es más tranquilo, siempre optara por proteger a
las personas e incluso tenemos el deber de ayudarlos cuando podamos hacerlo si
exponernos a sufrir daños, no hay necesidad de ir a la guerra, debemos de
esforzarnos por preservar la humanidad (Jonathan Wolf, 2001: 37).
Ahora bien, el humanismo que estamos
mencionando lo podemos configurar y reavivar desde la política social en
México, no podemos hablar de política, si esta no sabe respetar a los hombres,
si se ocupa por mantener la estabilidad política callando las voces de los
demás o no podemos decir que queremos romper con la corrupción si los mismos
políticos son los principales exponentes de la corrupción. ¿la política tiene
un telos? En el sentido aristotélico, la comunidad política debe de
buscar el bien mayor entre todos y esto debe ser atendido a la ley y a la
justicia. La política, siguiendo este fin, será el terreno de la negociación y
del acuerdo, desde una búsqueda de la armonía y de la vida mejor, la que se
adecue a los hombres de bien (Relaciones entre la
política y la ética de Aristóteles. B. Carrancio y E. Pérez, Pág. 6)
¿México es un país perfecto?.
La política social y el desarrollo en
México ha existido por algunos años, a veces se ha mostrado en un proceso
lento, en ocasiones se ha puesto en pausa. La política social fue movilizándose
por los movimientos de los mismos trabajadores basados en la restribución de la
riqueza y el poder. Estos mismos trabajadores quien se encontraban en la
industrialización y la acumulación capitalista, dio paso a exigir sus propios
derechos, y fue así como se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social, con
intención de apoyar a los trabajadores. Aunque la justicia social, entendida
como un proceso de restribución de ingresos, riquezas y capacidades, podía ser
marcada como un desafío realizable. ¿en México vivimos un país políticamente social?
Lo fundamental es garantizar la
dignidad de la persona humana, ya no más despensas con gorgojo, ya no más leche
caducada. Los candidatos presidenciales en vez de dar camisas o gorras,
deberían de otorgar campañas eficientes entre los sectores o colonias,
necesitamos un presidente abierto a la comunidad, que no solo sea de buen
rostro, sino que sepa solucionar los diferentes problemas sociales, económicos
y políticos, un gobierno prudente. Que al recibir el presupuesto para obras públicas
no se quede con la mitad de dinero y la otra la utilice con materiales baratos
y mano de obra barata, necesitamos un gobierno que realmente se preocupe por el
pueblo.
Con respecto al cambio político,
consideremos que no solo les corresponde a los líderes, el ciudadano tambien
puede participar en el poder deliberativo o judicial de la ciudad, necesitamos
que los ciudadanos tambien practiquen la virtuosidad en su misma polis, todos
los ciudadanos deben de salvaguardar la comunidad.
La ciudad no existe
sola por la simple vida, sino sobre todo por la vida mejor. Su fin es la vida
perfecta autosuficiente para una vida bella y feliz. (Relaciones entre la política y la
ética de Aristóteles. B. Carrancio y E. Pérez, Pág. 9.
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