Filosofía de la Religión-Max Scheler
Ensayo
Filosofía de la Religión-Max Scheler
Prologo
El siguiente ensayo es tomado del libro de Mauricio
Beuchot Manual de filosofía en el aparto de la filosofía de la
religión, mostrando consigo los temas centrales de Max Scheler y sus
caracteres fenomenológicos de la religión junto con otros aportes de otras
revistas. Bajo la mirada del existencialismo de Scheler es la manera de vivir y
la manera de existir en la que propone un nuevo humanismo, pero esto es otro
tema de interés.
Introducción
Existen dos corrientes principales por la cuales
podemos estudiar a la religión y así por ende configurarla como una mera
filosofía, estas dos corrientes son: la fenomenología y la analítica[1]. La primera es en torno a
que describe solo los fenómenos religiosos y la segunda es crítica, analiza los
argumentos que se ofrecen para apoyar a las creencias religiosas y del lenguaje
religioso. Lo fenomenológico es más bien un recorrido por lo elementos
principales que conforman el hecho religioso, lo analítico va más al aspecto
demostrativo.
Podríamos añadir una corriente más que es la línea
hermenéutica-analógica que podrá conjuntar elementos de las dos anteriores e
incluso ir más allá, a una síntesis. En el transcurso que lleva Max Scheler en
el caminar de la fenomenología podemos encontrar en su filosofía de la religión
está analogía, en su libro De lo eterno en el hombre (1921) es sin duda
una obra vital para este campo; reflexiona acerca de la experiencia religiosa,
mostrando la esencia de Dios como un Ser Personal[2], aunque no es todo de su
obra ni mucho menos su toda su filosofía.
La filosofía de la Religión en si misma
se propone estudiar sobre el hecho religioso y el
contenido como sus creencias y cultos, lugares y personas sagradas y que, a
partir de esto, la filosofía intenta describir los fenómenos religiosos. La
analítica pone más énfasis en las pruebas de la existencia de Dios. La
fenomenología ha estudiado las repercusiones de la religiosidad en el hombre,
es decir todo aquello que despierta en él al vivir lo religioso; en él,
encontramos un sentimiento de dependencia, de adoración y sumisión de algo muy
elevado. También encontramos en el hombre una actitud de inmenso gozo en el
hombre religioso o sobre su conexión con lo sagrado redescubrimos una vía
mística que va más allá de la vía ascética, dónde lo sacramentos son signos de
la presencia divina y los ritos considerados como simbólicos cargados de un
gran sentido.
La filosofía fenomenológica de la religión de Scheler
consiste en una descripción pura del significado del fenómeno religioso vivido
en la conciencia humana; penetrando en la estructura inteligible del fenómeno
religioso; conciencia religiosa pura. [3]
Los argumentos del teísmo
La línea analítica es la base de una racionalidad
teísta, es decir, los argumentos para poder apoyar la creencia en la existencia
de Dios. Desde la antigüedad los argumentos se han dado a favor. Para Platón
Dios era el que presidia el orden del universo, Aristoteles como la causa final
y con Santo Tomás tenemos las cinco vías.
El argumento ontológico Anselmiana sostiene que Dios
es el único Ser mayor, no ha ninguno otro, es decir; hay un ser que es
necesario y por ello, es necesario que exista. Un Dios que no es necesario no
es Dios. Pierce da un argumento
abductivo, la mejor hipótesis es la de un Dios creador y ordenador. Dios
aparece en la conciencia de la criatura como arraigada permanente en él,
fundada en él y movida por él en la ejecución de sus actos
El lenguaje sobre Dios
Hay dos intentos para hablar sobre Dios, uno es el
lenguaje apofático (teología negativa) y el otro es la vía katafática (teología
positiva) por un lado univoca y por el otro analógico, todo esto se debe al
juego que hay entre Criatura y Dios en dónde
Dios no se puede reducir, es un Ser perfecto, no es un ente más, es más que un
ente.
El problema del mal
El problema del mal es una objeción contra la
existencia de Dios o contra el atributo de su providencia. Este problema se
plantea sobre todo la acusación de crueldad contra Dios, en vista del dolor que
padece el hombre en el mundo, así podríamos quitarle los atributos por
conociendo el mal no lo puede evitar, como no o quiere hacer entonces no es
bueno ni providente. Pero todo puede ser por en función de una analogía,
sabiendo que lo que para nosotros es malo Dios puede darle un sentido que lo
haga colaborar al bien; no puede producir el mal, hacer mal, sino solo
permitirlo. Y aplicando este tipo de analogía, Dios puede sacar el bien a
partir del mal que existe en el mundo.
La hermenéutica analógica y la religión
Este es el camino que Scheler tomó; el lenguaje
analógico. Este puede darnos un sentido suficiente de su existencia y de su
esencia. Si usamos una semántica y un pragmatismo analógico podremos acercarnos
a comprender porqué dios permite el mal y a un así lo consideramos como bueno y
se puede alcanzar un objetivo verdadero, la de la conversión o una experiencia
diferente o mejor dicho un renacimiento de la vida cristiana. Scheler con su
actividad filosófica de lo religiosos, sólo quiere ser el instrumento para
poder mostrar al hombre cual es el camino correcto hacia Dios evitando los
caminos falsos. Tanto así que determina cual es el ámbito de la religión y
cuales son los elementos que constituyen en este círculo.[4]
Las críticas a la religión
Las criticas más centrales son las de los filósofos de
la sospecha; Marx, Nietzsche y Freud. Son las siguientes.
Marx: la religión es el arma de la ideología. Esta
arma era utilizada por los burgueses para poder desviara a los pobres de las
preocupaciones de la realidad, para así que siguieran estando en pobreza.
Nietzsche: la religión es el arma de los nihilistas
decadentistas. Con ello se pensaba en la otra vida para así poder renunciar a
la vida terrenal que llevaba consigo los placeres.
Freud: la religión es una ilusión. La Ilusión de un todopoderoso.
También la religión provenía de la culpa por la muerte de Jesucristo, dando
inicio la religión totémica. también le atribuía a la religión como una
psicosis delirante.
Todas estas críticas son parecidas a la realidad.
Conclusión
Max Scheler se convirtió al cristianismo, sin esta
conversión no pudiéramos estudiar uno de los grandes temas de él. Su filosofía
de la religión está expuesta en su obra más famosa De lo eterno en el
hombre, este libro plantea una renovación para el cristianismo y sobre todo
una filosofía propia que no necesita fundamentarse en la metafísica y que solo
las pruebas de Dios se pueden afirmar frente a la razón. La filosofía de la
religión debe ser fenomenológica[5]. Esta disciplina basada en
el método metodológico es desarrollada mediante la realidad de los hechos
religiosos revelándose una experiencia que trasciende y que reside en la
esencia del hombre.
Por lo tanto, la hermenéutica analógica es camino para
poder desarrollar la filosofía de la religión para acercarnos al hecho o
fenómeno religioso, y también nos he de ayuda para argumentar sobre la
existencia de Dios. De lo fenomenológico nos aproximamos al hecho religioso a
algo trascendente como analíticamente.
Por: Irving Menchaca
[3] La contribución de Max
Scheler a la filosofía de la religión a la luz de su obra. De lo eterno en el
Hombre.
Facultad de
filosofía, Roma 2016
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